«Estoy aprendiendo a desaprender»
Soy una mujer con mil y una contradicciones a la vez, entusiasta de cualquier cosa que haga sentir a un ser humano, alegría, ternura y amor; y al mismo tiempo, obsesiva e irracional cuando necesita encontrar respuestas a un sinfín de preguntas. En mi complejidad añoro la sencillez, soy feliz con una buena conversación, aprendiendo de mil experiencias de la vida, paseando por la Gran Vía esquivando pies perdidos y tropezando con sonrisas esquivas, compartiendo momentos robados al tiempo con los amigos de toda la vida, leyendo un libro en una terraza del parque Grande.
En los últimos tiempos, estoy aprendiendo a desaprender y en mi constante dejar de hacer, de querer y de perseguir encuentro paz. Me levanto por la mañana inspirando calma y exhalando impaciencias y por las noches, entre restas y sumas de cinco horas, me duermo envuelta en ternura. Estoy aprendiendo a dejar ir, a dar la espalda a la dificultad, a equilibrar mi día a día con esfuerzo y lisonjas. En el abandono de cualquier control los milagros se suceden cada instante, las sonrisas aumentan y los sueños más anhelados se vislumbran a lo lejos.
Comienzo a crear alegría en las cosas más sencillas, desempolvar una casa para llenarla de nuevas ilusiones; sé que si he conseguido abrir una puerta durante diez años no tiene ninguna dificultad en continuar abriéndola durante el resto de mi vida, no importa que no éste adaptada; que en el carro adaptado del Mercadona me cabe un mundo y a mí con menos me sobra y que en el tiempo de desempleo encuentro letras envueltas en sonrisas y tiempo para unirlas.
Desde mi naturaleza espontánea y soñadora, centro todos mis esfuerzos en seguir trabajando a cada instante, centrada en mis grandes o pequeñas metas, como las queráis ver, en conseguir que las personas importantes en mi vida estén bien y encontrar una sonrisa que haga más liviano este viaje. Un arrumaco que puede que no tenga nada, pero que sea capaz de mirar al sol y proponer un paseo al atardecer. La honestidad de ser fiel a un simple sentimiento y la rendición ante la simpleza de no poner límites a la vida.
Cuanta grandeza tienes en tu interior, para poder simplificar la vida, porque la vida es saber la respirar. Me ha gustado mucho leerte y reconocerte en cada palabra escrita, un besico muuuy muuuy vivo.
¡¡¡Gracias Piluki!!! Tú siempre me has enseñado mucho de como vivir desde la honestidad y la tranquilidad. Que ganas de volver a verte y de abrazarte. Un fuerte abrazo
Me ha llamado la atención ( no sé porqué) el uso de la bella palabra “arrumaco”. Precioso texto, Silvia. SOY, eres, una pequeña pensadora de la serenidad. Sigue escribiendo, por favor.
Gracias Ángeles, dentro de los diferentes tipos abrazos el «arrumaco» es el mino personificado; es el más especial de los abrazos. Gracias por leerme. Un fuerte arrumaco.
Qué belleza!! Esto es lo que siento al leerte, belleza. Gracias por compartir la con todas y todos. Gracias🙏💕
Gracias a ti, Amira, por leerlo y sentirlo desde el corazón ❤
CADA NUEVO TRABAJO TUYO SILVIA, CADA TEXTO, UNA SORPRESA AGRADABLE, TU ESCRITO ES AIRE, OXÍGENO, LUZ, GRACIAS POR OFRECERLO.
Gracias a ti Jorge Daniel Testori por darme la oportunidad de compartir contigo mil y una conversaciones que hacen posible la necesidad de dar y compartir. Un fuerte abrazo.