Soltar para vivir amándonos

Soltar para vivir como globos entre nubes

Dejar ir es nuestro regalo a la vida

Y si fuéramos globos entre las nubes. Si cada uno pudiéramos mostrarnos delante del otro sin ninguna arista, solamente curvas perfectas e imperfectas al mismo tiempo, suspendidas en el éter sin ninguna necesidad de nada material ni afectivo. Si solamente, nos moviéramos por las corrientes de aire de una forma espontánea y sin el mínimo intento de control por nuestra parte. Si cada cambio de tendencia en el viento nos obligara a compartir, unos minutos, unas horas o unos días con otro ser que se nos mostrará de una forma liviana y eterna. Podríamos crecer de cada experiencia para luego poder dejar ir sin más. Sabiendo que es lo correcto, que las ataduras de nuestros lazos es algo impensable y que en el dejar ir está nuestro gran regalo a la vida.

Aprender a vivir la vida de una forma espontánea, es lo que emana de nuestro interior. Soltar cualquier tipo de control, de prejuicio, de idea impuesta sobre lo que está bien o está mal, nos hace cambiar nuestra propia realidad para aprender a vivir la vida de una forma nueva, sin expectativas, sin prejuicios. Y, sin embargo, cuanto miedo nos da. Nos da miedo, vértigo, un precipicio a nuestros pies, tantas situaciones que la mayoría de las veces no somos conscientes de lo que estamos viviendo. Estamos tan convencidos en que debemos seguir las normas prestablecidas que dejamos de pensar en qué es lo que nos hace felices.

Sin embrago, que difícil parece que es, dejar de pensar en nuestros miedos y necesidades. Para poder volar un solo minuto, volviendo nuestra ropa del revés y amaneciendo con el reflejo del Ebro en nuestra sonrisa. Volviendo a una realidad engañosa que no te deja crecer y te limita a buscar ayuda, en cambio de encontrar impulso para construir tus sueños o poner miedos en tus labios, donde había risas,  quitándote una libertad recién encontrada.

A lo mejor, si conseguimos soltar cualquier clase de miedo en nuestra vida, soltar los anhelos, soltar los rechazos y las renuncias, podremos recuperar nuestra autentica esencia para ser libres como globos entre las nubes. Poder vivir la vida sin perder detalles, sin desear nada y del mismo modo, sin renunciar a todo que nos ponga la vida en nuestro camino. En definitiva, eso es “vivir viviendo”, vivir para crecer y soltar. Comprendiendo que la felicidad está en nuestro interior y que las almas que se nos cruzan en nuestro camino solamente nos acompañan unos minutos, unas horas o unos días.

Deja un comentario