El empoderamiento tiene que ver con la capacidad de darnos nuestro sitio sin necesidad de demostrar nada ni de justificarme ante nadie.

Empoderamiento

Hace días que por mi cabeza va y viene la palabra Empoderamiento y reconozco que me sorprende con la misma intensidad que me agrada la sensación que deja en mi piel. Para mí, esta voz siempre ha tenido una connotación feminista, la cual radica en el cambio tanto individual como colectivo de la mujer como género. Pero como me suele pasar demasiado a menudo, no me gustan las palabras que pueden quedar de algún modo vacías por el envoltorio de la utilización de una gran terminología técnica, que casi siempre solemos utilizar fuera de contexto.

Para mí, el conjunto de las seis sílabas que forman la palabra Empoderamiento no tiene género pero sí que tiene número. ¿Acaso  sólo las mujeres nos vemos sumergidas en una multitud de realidades donde un individuo puede perder su poder personal? La capacidad de ser uno mismo no tiene género, no va en un cromosoma Y.

La alquimia del Empoderamiento es un viaje, que se realiza en una elegida y dulce soledad; únicamente abandonada para unirse y nutrirse de almas con energía creativa,  cálidas, acogedoras, respetuosas y conscientes de que todos estamos en esta existencia para encontrar nuestro propio camino.

Me considero empoderada cuando soy capaz de darme mi sitio sin necesidad de demostrar nada ni de justificarme ante nadie; cuando soy consciente de que mi vida probablemente no es como me gustaría que fuese, pero soy capaz de abrir la puerta de mi casa para afrontar el nuevo día sin saber muy bien lo que me espera entre las calles, siendo totalmente consciente de que, ante cualquier acontecimiento que pueda surgir, la única responsable y protagonista seré yo misma.

Nos han tocado por azar unas cualidades para realizar un gran viaje que es la vida, pero sólo nosotros tenemos la responsabilidad de cómo utilizarlas. Seguro que si decidimos con quién, el cómo y el cuándo el camino será mucho más fácil de llevar.

Parece mentira que algo tan unipersonal e intransferible como es la voluntad y la responsabilidad de uno mismo, se pueda perder sin darte cuenta. Por el mero hecho de complacer; de estar supuestamente integrado en un grupo; por alguien que te chille porque él ha tenido un mal día; por dejar de hacer determinadas cosas,  que aunque parezcan detalles banales a simple vista, para cada uno de nosotros son imprescindibles para tener una vida plena. Cada uno de nosotros seguro que puede decir varias cosas que necesita hacer con frecuencia, para reprogramarse y no dejarse llevar por la gran marea de obligaciones y situaciones de nuestra abrumadora subsistencia.

En mi caso personal, lo que me ayuda a no perderme en la búsqueda del beneplácito de los demás es la creatividad. Me refiero a la creatividad con mayúsculas, la que te da pequeñas o grandes soluciones para el día a día. Una creatividad que me ayuda a valerme por mi misma en multitud de circunstancias que una diversidad funcional aparentemente no te permite.

Esta creatividad está tan presente en mi vida que a veces la dejo de ver y no le doy el valor que tiene; supongo que es porque estoy preparándome para un nuevo salto; un nuevo impulso, que puede que sea quitarme la mascará de una vez y poder deambular, por las calles de nuestra eternamente transitable ciudad, como siempre sonriendo, sin poner atención en nada y en nadie y que cualquier persona que pase a mi lado pueda decir “…¿veis a esa mujer que cruza sonriendo el paso de cebra? No tengo ni idea cómo será, pero lo que sí te puedo decir es que es dueña de su vida”.

6 comentarios en “Empoderamiento

  1. Asunción Jimeno Lascorz dijo:

    Silvia,una reflexión interesante que te va a permitir sentirte independiente y
    encontrarte a tí misma.
    Es muy normal sentir como los demás quieren que sintamos.

  2. sara dijo:

    Hay que hacer un gran esfuerzo para «empoderarse», y sin embargo es muy sencillo que el equilibrio se resquebraje ante un comentario, una acción… Es una carrera de fondo. Pero llegar a la meta tiene que ser genial!! Enhorabuena y ánimo por tu inicio de blog y de vida.

  3. Fina Peña dijo:

    Silvia enhorabuena por esa reflexión tan buena que has sabido expresar de forma tan comprensible y literaria.
    Felicidades VALIENTE.
    Fina ? ?

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