Quizás Ávalon sea una utopía. Mujeres de todo el mundo se reúnen las noches de luna en un círculo de compartir, con poderosa capacidad de transformación.

Ávalon, la puerta al otro mundo

Hace un tiempo me hablaron de Ávalon, un lugar que está entre la realidad y la leyenda, situado en los alrededores de Glastonbury en el condado de Somerset al sur de Inglaterra. Sus tierras eran pantanosas y solía haber numerosas inundaciones, quedándose bañada por el agua, transformándose en una isla. En los días claros, sus aguas eran tan transparentes que se asemejaban a un cristal, así fue como a la colina del Tor se le comenzó a llamar “isla de cristal”.

Ávalon es un lugar donde permanece una eterna primavera y nadie envejece, donde la calma es perpetua y no existe el estrés, donde la armonía espiritual envuelve a todo aquel que habita en sus dominios. En esta enigmática isla se venera a Gaia, la madre tierra, que nos recuerda nuestra conexión con la tierra y con toda la creación, nos invita a respetar y cuidar a la madre naturaleza como fuente de toda nuestra vida.

Entre sus lomas, que se entrelazan unas a otras desapareciendo en el horizonte, se divisan la bella imagen de los manzanos. Se dice que “Ávalon” proviene de la palabra “aval” que significa manzana. Fruto especialmente relacionado con los cultos femeninos más antiguos y uno de los símbolos de la diosa Afrodita y que la cultura celta asocia a la inmortalidad.

Cuenta la leyenda, que la diosa Cerridwen era dueña del caldero del “Otro Mundo”, donde se cocinaban la inspiración y el conocimiento. Ese caldero mágico se halla en Caer Sidi, el castillo espiral de la muerte que lleva a la vida, que se encuentra en Ávalon, el reino de la transmutación. Donde los mundos se conectan y se confunden y sólo los preparados para afrontar el misterio pueden recorrer sus caminos.

Se dice que en la vida hay que morir varias veces para después renacer. Las crisis nos asustan y nos dan miedo, pero en realidad es normal, porque nos aterroriza sentir que vamos a cambiar, vamos a dejar de ser como éramos para convertirnos en alguien diferente. Nos liberamos de nuestras creencias impuestas por nuestros ancestros para convertirnos en seres libres capaces de sostenernos por nosotros mismos. Ese es el significado del caldero del “Otro Mundo” dejar de ser seres limitados por nuestros propios dogmas para transformarnos en seres realizados en el amor y la compresión.

Ávalon está dedicada a la gran diosa triple primordial bajo los nombres de la diosa galesa Cerridwen, la Dama del Lago y Hada Morgana. En esta isla también viven las nueve doncellas hermanas del Hada Morgana, guardianas del caldero mágico. El número nueve simboliza a la Diosa Blanca en relación con las fases lunares.

La diosa de mil nombres es adorada como representación de la feminidad, mil veces más generosa y cruel que cualquier dios masculino. Simboliza la Tierra, la fuente donde nace la vida, es la muerte o la vieja porque es la protectora del “Otro Mundo” pero también simboliza a la doncella porque es, al mismo tiempo, una virgen inocente.

Mujeres de todo el mundo se reúnen las noches de luna en un círculo de compartir, que tiene un centro espiritual, donde el respeto a los límites y una poderosa capacidad de transformación hace que las mujeres que lo constituyen se transformen en lo que son mujeres sabias y valerosas.

Las  mujeres en edad madura comenzamos a darnos cuenta de la cantidad de cualidades que hay dentro de nosotras mismas. Dejamos de  dar importancia a miles de cosas que nos rodean, que nos hacían perder energía y decidimos centrarnos en nosotras. Aprendemos a tener confianza en nuestra intuición y la seguimos con la seguridad de que hacemos las cosas lo mejor que sabemos hacer, dejándonos de juzgar por todo.

A través del círculo, las mujeres nos aprendemos a comunicar, nos escuchamos y nos comprendemos, es entonces cuando surge la transformación, cuando nos vemos reflejadas en la mujer que tenemos enfrente, sin saber nada sobre ella, nos vemos proyectadas y somos capaces de trasladar sus enseñanzas a nuestra propia vida.

Las mujeres tenemos la posibilidad de cambiar el mundo, pero para poder hacerlo tenemos que aprender a darnos nuestro sitio, a respetarnos y valorarnos. Ya no nos vale el extremo feminismo de los años 70,  ahora tenemos la oportunidad de llegar al equilibrio, a ser completas, fuertes y venerables al mismo tiempo. No tenemos que demostrar nada porque sabemos lo que valemos, disfrutamos de nuestra feminidad y no la escondemos.

Entre las mujeres que nos sentamos en círculo alrededor de una vela se produce una conexión espiritual, juntamos nuestras energías con un sólo propósito, el de cambiar nuestro interior para poder cambiar nuestro exterior. Todos estamos interconectados y personalmente estoy convencida de que si cambiamos en nuestro interior, podemos hacer que el mundo cambie. Los círculos de mujeres transforman el mundo a través de la activación del campo mórfico de la teoría de Rupert Sheldrake, que asegura que el conocimiento se puede transmitir de una forma intuitiva e instantánea a todos los miembros de una especie. Los círculos de mujeres activan las cualidades femeninas necesarias para cambiar el mundo.

Quizás Ávalon sea una utopía o quizás no. Si miles de mujeres continuamos reuniéndonos alrededor de una vela como símbolo del caldero del conocimiento, tal vez consigamos transformar al mundo en un lugar donde reine la paz y el tiempo vaya acompasado con nuestra respiración, donde no existan los conflictos y sólo tengamos que cruzar nuestras miradas para reconocernos.

3 comentarios en “Ávalon, la puerta al otro mundo

  1. annylibre dijo:

    Me encantaría vivir en el idílico Avalon y su eterna primavera, ya que yo no estoy tan segura de que no nos vale el extremo feminismo de los años 70. En algún momento hemos levantado el pie del acelerador y nos lo han trabado, de cualquier modo nunca me negaría a crear un círculo de mujeres en el que estuvieras tú.

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