A veces nos preguntamos dónde reside el verdadero arte de la vida. Buscamos el arte y la creatividad solamente en las formas bellas, en un acorde armonioso, en el trazo sinuante de un pincel, en una rima y nos olvidamos que la creatividad está en conseguir dar a cualquier objeto una dimensión nueva, poner una parte de ti en cada cosa que haces. Todos los seres humanos somos creativos, de una manera u otra, todos tenemos la capacidad de transformar nuestra realidad en algo totalmente distinto que nos haga el día a día más fácil. En conseguirlo está nuestra capacidad de ser creativos de ser artistas.
El arte es terapia porque sublima lo bueno, hace para mañana sin calcular el hoy, el poeta solitario en su escritorio o en su mesa revuelta de papeles y platos con restos de comida, el pintor, la pintora, pinceles y pinturas desparramados por bancos, estantes y su ropa misma manchada de talento, el músico componiendo en soledad, la bailarina ejercitando pasos o posturas incómodas hasta para un ave o la ingravidez de un ángel y el escultor actuando como piedra o el actor esculpiendo una historia sobre el pasado o el futuro. A través del arte lo pequeño es hermoso decía un escritor en sus letras, el arte eleva, cura, educa y alimenta. El arte es una ventana donde contemplamos el afuera y un espejo donde reparamos el adentro. El arte como parte de nuestra forma de comunicamos, entre gritos y silencios, entre abrazos o con miradas a los cuatro puntos cardinales, sonriendo y llorando, con el corazón apretado o la sangre dando oxígeno a tanta ofrenda que hemos recibido para vivir. Encontramos arte en unas manos impregnadas de pigmentos apoyadas hace miles de años en las paredes rocosas de una caverna que nos saludan y trasladan a lugares inimaginables para nosotros.
Pero para la mayoría de los mortales tenemos que ser artistas en nuestro día a día. Ser artistas desde la creatividad de crear tu mejor día. No solamente se es creativo cuando se escribe, se pinta o se diseña algo. También se es creativo cuando se hace una salsa con cebolla rehogada, tomate y berenjena pelada y cortada chiquita, cuando sujetas una puerta con la pierna para pasar con la silla de ruedas o utilizar un corta pizzas para cortar una hamburguesa. La creatividad en el hacer, en el conseguir un objetivo, en el decir y en el expresar.
En nuestra vida cotidiana hay un sinfín de acciones creativas, solo debemos estar atentos, abrir nuestra mente a la posibilidad de hacer las cosas de otra forma, huyendo de las restricciones que nos impone la costumbre, las convenciones y el pensamiento racional. Para mí la capacidad de hacer algo aparentemente igual que los demás pero sin seguir la forma establecida eso es arte, creatividad. En la diferencia está el arte, en la realización de una idea, de un concepto de diferente forma a como lo haría la persona que tienes a lado es donde reside la creatividad.
El arte es hacer tu trabajo, tus tareas cotidianas de forma que raye la bondad, cuidando el mínimo detalle. Poniendo la atención en cada cosa que hacemos, aprendemos a ser más conscientes de lo que somos y de lo que tenemos; aprendemos a vivir desde la calma, la tranquilidad nos invade y la vida se vuelve mucho más fácil y sencilla. Comenzamos a dejar de dar importancia a las cosas que nos hieren porque sabemos cómo somos, dejamos de rebelarnos ante la ignorancia, porque confiamos en nosotros mismos.
El arte de la vida es confiar en nuestro destino, recorrer el camino trazado de antemano para llegar a ser la persona que somos. Dejar de ser cómo se supone que debes ser o cómo te dicen que debes ser. Buscar un sustento para existir y comenzar a hacer lo que realmente quieres. El día tiene veinticuatro horas y si quieres muchas más, ofrenda el mínimo instante a hacer algo, que te haga vibrar, que te dé paz, que te dé alegría, para qué con el recuerdo de ese instante puedas sonreír el resto del tiempo.
Conoce gente totalmente diferente a ti, una de las cosas más estimulantes de la vida es conversar con personas interesante, que te hablen de países nuevos, culturas milenarias, costumbres diferentes a las tuyas ; toma café con personas que piensen diferente a ti en todos los aspectos, hablar sobre política, sobre amor, sobre literatura, sobre el ser humano. Ábrete a nuevas experiencias, conoce al ingeniero que dejo todo por trabajar con el cuerpo y al ermitaño que se hizo abogado a los cuarenta. Tomate la vida como una experiencia y disfrútala como si fuera una yincana, vas pasando por cada una de las etapas, aprende de cada una de ellas. Vivir es un arte y nadie mejor que tú para brillar como artesano de tu vida.
El texto en sí es todo un arte, felicitaciones Silvia, me encantó.
Como siempre, inspirador